Un día en la Costa Amalfitana: guía de viaje.

domingo, 19 de abril de 2015

Ya te he contado alguna vez que los planes románticos no se nos dan muy bien. Y mira que lo intentamos...
Esta Semana Santa habíamos pensado ir a Roma. Después de leer a Moccia yo ya me imaginaba con pasando por delante del Coliseo montada en una vespa, con el pelo al viento y con un helado en la mano. También había visualizado las cenas a la luz de las velas comiendo pizza con las manos. 

Todo el plan se torción cuando en Septiembre tuvimos la maravillosa idea de irnos a hacer el Camino de Santiago y allí conocimos a unos italianos napolitanos. Les comentamos nuestra idea de visitar Roma y dijeron que bien, pero que no podiamos dejar de visitar Napoles y la Costa Amalfitana. 

Tengo que decir que no han sido las vacaciones que imaginaba... ¡Han sido mejores! 
Ver un lugar con la gente que vive allí es lo mejor que te puede pasar. Ha sido un poco caótico porque hemos querido ver muchas cosas, pero el final del viaje fue un verdadero regalo. La guinda del pastel. 

LA COSTA AMALFITANA

Todo allí es de color azul mar y amarillo limón. También azul cielo y amarillo ginestra.
Estoy deseando pasar un verano allí, con un vestido de lino, unas sandalias de cuero y la toalla en un capazo de paja. Sin olvidarme de las gafas de sol, que estamos en italia. ;)

Hicimos un recorrido empezando desde Positano. Paramos a desayunar porque con tanta curva me mareé... Fue la excusa perfecta para comer un delicioso croisant y empezar a disfrutar de la cerámica que se trabaja en la península.


Después del primer contacto con esas aguas azul turquesa, atravesamos el fiordo de Furore y llegamos a Amalfi. Visitamos su catedral, probamos los dulces de limón en Pasteleria Pansa y compré una preciosa postal hecha con papel amalfitano. También fantaseamos con la idea de poder abrir una pequeña tienda donde vender los sujetadores Airin. ;)

Tras conducir entre limoneros, llegamos al siguiente destino, Ravello. Qué maravilla de pueblo. Disfrutamos allí de Villa Rufolo. Un lugar en el que me hubiera quedado toda la vida. Sólo se oía el silencio. Un sitio en el que podría empezar a escribir mi primera novela bajo la sombra de mi pamela.
Un pequeño paseo por el pueblo para querer comprar todo tipo de platos, azulejos, cuencos, botellitas... Soñé con que tenía una casa en el mediterraneo y celebraba en el jardín comidas con amigos en las que utilizaba la vajilla que había comprado en Ravello. Flipar es gratis.


Acabamos el viaje comiendo la mejor tarta de pera en Minori, en la pasteleria Sal de Riso.
 


















        ¿No te parece la mejor opción para pasar las vacaciones?
Yo ya estoy contando los días para volver...

6 comentarios:

  1. Avisarme que me voy con vosotros otra vez!! :-) :-) :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. claro Luis! Te viene bien un viaje romántico a París?

      Eliminar
  2. Que maravilla de viaje Irene! Tengo unas ganas de conocerlo...
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues 100% recomendable. Cuanto más veo las fotos más quiero volver... :)

      Eliminar

¡Gracias!